Miles de seguidoras coleccionan sus fotos, lo siguen en Facebook y Twitter, pertenecen a su clubes de fans, lloran y gritan que lo aman cuando lo ven, y señalan que les gustan sus labios o sus ojos. En Guayaquil y Quito donde firmó autógrafos la semana pasada, causó mucho revuelo. A esas citas acudieron adolescentes, niñas y mujeres adultas.
Canela nació en 1988 en Miami (EE.UU.), pero sus padres son cubanos y entre sus ancestros hay españoles y libaneses. Aunque su idioma principal es el inglés, habla bien el español y tiene acento cubano.
A los 12 años incursionó profesionalmente en la música como vocalista del grupo Boom Boom Pop. En el 2002 se hizo solista. Estudió música, piano, guitarra y percusión. Cantó en el Miss Mundo 2004 y 2005, el Festival Latín Fiesta (en Toronto, Canadá), el Festival de la Calle 8 (Miami), fue modelo y cantautor del spot Ride it Like a Ford.
El año pasado fue elegido como el actor más sexy de la televisión, en una encuesta realizada en la web por la revista de espectáculos FAMA en EE.UU. Sobre su éxito y de cómo lo “aman las fans”, dice “por dentro yo también, me muero por gritarles y decirles que soy fan de ellas. Siempre estoy en la lucha de ver qué puedo hacer para no decepcionarlas”.
En muchas ocasiones tiene que evadirlas. Por ejemplo, en Guayaquil, donde ofreció un show el jueves pasado, tuvo que permanecer en su habitación del hotel porque afuera lo aguardaban decenas de chicas. Su padre y mánager, Eriberto Canela, anota que en Estados Unidos su hijo no puede ir al cine o a un restaurante porque lo siguen las fans.
Señala que a veces ese asedio le preocupa, porque, por ejemplo, una vez en Puerto Rico una chica por agarrarlo del pantalón le aruñó uno de los glúteos y le desprendió la piel. Jencarlos justificó lo ocurrido a favor de ella.
Sobre las reacciones que genera el artista, el psicoanalista e historiador ecuatoriano Juan de Althaus comenta que le parece que Canela resulta para algunas fanáticas una pareja ideal inalcanzable, que en la vida real no existe. El ideal del joven exitoso y amado masivamente.
Dice que son personajes que son promovidos porque tienen la habilidad de sintonizar muy bien con modelos culturales estandarizados sobre el amor, el sexapilismo, la juventud bella e ingenua y sus formas de ser, cantar, actuar.
Jaime Salame, promotor artístico a cargo de la gira de Canela en Ecuador, anota que en los 15 años que tiene en este oficio, es la primera vez que ve en el país que las fans se desesperen tanto por un artista. Dice que esto también se ha extendido a la prensa donde ha sido muy solicitado y ha habido reacciones de afecto.
“Las fanáticas quieren tocarlo, darle un beso, lloran. Una chica vino al hotel y dijo que solo quería tomarse una foto con él. Cuando le dije que no era posible me rogó y contó que se había gastado $ 200 en arreglarse el cabello para él. No se puede negar que tiene una buena imagen, pero también es talentoso”, agregó Salame.
Melisa Valverde (17 años), presidenta del Club de Fans de Canela del Guayas (un grupo de ellas fue al concierto en Guayaquil), cuenta que lo sigue desde que protagonizó la novela juvenil Pecados ajenos, y que además de su música le gustan sus grandes ojos azules. La primera vez que lo vio (junio pasado) casi se desmaya, mientras contaba esto otra fan Karen Mite (19 años), se puso a llorar porque también le encanta. Le gustan sus ojos y sus labios.
El club de Canela en Ecuador tiene más de 6000 fans, y representantes en la Costa, Sierra y Galápagos. Ellas reunieron 400 dólares y le grabaron un video para que lo presentara en su show en Guayaquil.
Otra fan que delira por Canela es Evelyn Moreira (17 años), estudiante de medicina en la Universidad Católica. Dice que se prendó de él desde que lo vio el año pasado en la telenovela Doña Bárbara. Refiere que tiene más de 400 fotos del artista en su Facebook y le hizo un álbum con fotos y noticias suyas. Se compró ropa para ir a las diversas actividades que el artista realizó en Guayaquil. Asegura que le parece lindo.
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